LARGOMETRAJES



TRUHANES (1983)

Gonzalo, (Arturo Fernández) un elegante y guapo vividor, que se gana la vida colaborando con magnates (y mangantes) de la clase alta que lo usan como cabeza de turco en negocios sucios, ha sido pillado in fraganti y con-denado a tres años de cárcel. Cuando ingresa en prisión se ve acosado por un grupo de presidiarios experimentados acostumbrados a avasallar a los presos más débiles. Pero casualmente entra en contacto con Ginés (Francisco Rabal) un carteristahabitual de la cárcel y su extravagante grupo. Ginés, que piensa que Gonzalo es un adinerado aristócrata le propone un trato: lo protegerá en la prisión a cambio de que, cuando a élle den libertad, Gonzalo lo introduzca en las altas esferas sociales. Gonzalo, mentiroso por naturaleza, acepta encantado el convenio. Aunque cuando, al cabo de menos de un año, obtiene la libertad condicional, lo último que piensa es cumplir con el trato que hizo con Ginés. No cuenta con que sus anteriores padrinos, incluso su novia (Isabel Mestres) ahora que él tiene antecedentes penales, le rehúyen. Desconcertado, cambia de domicilio al tiempo que intenta hacer negocios con antigüedades robadas. Lo que tampoco espera es que Ginés, una vez obtenida su libertad provisio-nal se va a presentar en su casa exigiéndole cumplir el trato que hicieron. Las aventuras de estos dos delincuentes tan marginales, darán pie a una tra-gicomedia tan divertida como entrañable y aleccionadora. Con la sorprendente intervención de Lola Flores.

En mi opinión, la primera obligación de un director es contar bien una historia, seducir al espectador con la narración. Solo después de plantear bien ese objetivo, podemos pensar en añadir algo más, nuestra personal visión en torno a lo contado. Según eso, ¿de qué quería yo hablar en esta historia? De la irremisible diferencia de clase social que marca nuestro destino desde nuestra infancia. Del egoísmo, de la mentira y de la simulación. De un visión irónica de la ruindad humana. Y de cómo, en ocasiones, la amistad puede superar todo eso y convertirnos en mejores personas.
Con:
Arturo Fernández
Francisco Rabal
Isabel Mestres
Lola Flores
Vicky Lagos
Rafael Díez
Antonio Gamero
Silvia Gambino





MARBELLA (1985)

En Marbella, aparte de turistas, abundan los mafiosos adinerados. Uno de ellos, que navega una noche en su fastuoso yate, rompe brutalmente con su novia (Britt Ekland) que intenta suicidarse arrojándose al mar; William, (Rod Taylor) un exmilitar jubilado británico que acostumbra a pescar en su pequeño velero, al ver a la chica, no duda en arrojarse al agua y salvarla. El mafioso,que ha contemplado el incidente, acosa furiosamente al velero, hasta dejarlo totalmente desarbolado. William decide vengarse. Enterado de que el mafioso guarda en un banco una caja fuerte, elabora un meticuloso plan para robarla. Para llevarlo a cabo necesita tres colaboradores: un falsificador, un carterista y un actor especialista en imitación. Viaja a Madrid para buscarlos.Desgraciadamente, su contacto con los bajos fondos no es muy eficiente y lo que encuentra son tres desarrapados delin-cuentes (Fernando Fernan Gómez, Francisco Rabal y Oscar Ladoire) que aunque con experiencia, no están acostumbrados a adoptar la rigurosa disci-plina militar que intenta inculcarles el inglés, sino que, más bien, son genui-nos representantes dela proverbial y caótica improvisación española. No obstante, parece que el plan, finalmente, tendrá éxito. Con la participación de Emma Suárez, Sancho Gracia, Miguel Rellán, José Guardiola y Conrado Sanmartín.

Y, cómo no, aludimos otra vez a las humanas diferencias sociales, esta vez mezcladas con la inevitable distancia entre el mundo anglosajón y el hispano. También hablamos del amor. O mejor dicho de cómo enamorarnos nos desarma casi irremediablemente.
Y una confesión: los directores nos referenciamos, (inadvertidamente quizá) a las películas que marcaron nuestra juventud. Y yo ahora compruebo que en mis dos primeras volaban por mi cabeza las de la comedia italiana de los 60: Monicelli, Comenccini, De Sica…
Con:
Rod Taylor
Britt Eckland
Fernando Fernán Gomez
Francisco Rabal
Emma Suárez
Oscar Ladoire
Sancho Gracia





LA MUJER ORIENTAL (1987)

EGonzalo, (Chema Muñoz) un eficiente, tímido y ya maduro ejecutivo de una multinacional, metódico hasta la obsesión, se ve incapaz de encontrar una mujer que llene su vida. Un amigo (José Coronado) le recomienda acudir a una agencia internacional de contactos. Lo hace, y a través de ella contrata a una chica oriental, Satki, (Yumi Fijimori) que está dispuesta a vivir con él que solo le exige ser complaciente y ordenada. Todo parece ir sosegadamente bien hasta que aparecen unos peligrosos miembros de una mafia japonesa que intentan secuestrar a la chica. En ese punto, Gonzalo se da cuenta de que se ha enamorado de Satki; y ello le lleva a arrostrar toda clase de peligros, arriesgando su vida para salvarla.
Con:
Bertín Osborne
Anabel Alonso
Mapi Galán
Eva León
Alberto Alonso





LOCO VENENO (1989)

Verónica (Maru Valdivielso) es una joven y brillante ejecutiva que trabaja en una gran compañía de alimentación. Un día antes de marchar de vacaciones a Río de Janeiro, la empresa es víctima de un chantaje mediante una partida de yogures envenenados. Al presidente de la empresa le da un ataque al co-razón y Verónica va a visitarlo al hospital. Allí conoce casualmente a Ber-nardo (Pablo Carbonell) que huye de alguien que quiere matarlo. A partir de ahí Verónica se ve envuelta en una trepidante serie de enredos y persecuciones, provocadas por hombres que se cruzan en su camino, todos obsesionados por el ciego amor hacia una enigmática mujer fatal. Una divertidísima locura con un extraordinario elenco de actores: Antonio Resines, Emilio Gutierrez Caba, Carmelo Gómez, Manuel Alexandre, Miguel Rellán, Antonio Gamero, Encarna Paso, Luis Prendes, Isabel Ordaz...

Malgasté dos años intentando llevar a la pantalla una preciosa novela de Guerra Garrido, “El año del wolfram”, proyecto que se malogró a apenas dos meses de comenzar el rodaje por un estúpido error de derechos de autor. Cabreado y deprimido, acepté el primer proyecto que se me ofreció, dirigir una loca comedia escrita por el guionista Felix Cábez, en torno a la frenética aventura que malogra el viaje de vacaciones de una bella ejecutiva que se ve envuelta en una delirante trama de venenos, serpientes y enloquecidas carreras.
Yo intenté apoyarme en las comedias de Blake Edwards. Y además hacer una referencia al síndrome de la Gradiva (ya saben, el hombre que se enamora de una bella estatuta y luego, extraviado, no consigue encontrar ninguna mujer que pueda sustituirla.)
Eso sí, he de reconocer que me divertí al contar con la inestimable colaboración de varios actores maravillosos.
Con:
Maru Valdivielso
Pablo Carbonell
Julio Gutierrez Caba
Antonio Resines
Miguel Rellán
Luis Prendes
Manuel Alexandre
Antonio Gamero
Victor Cuica
Carmelo Gómez





Tango (8 películas de 85 minutos) (1993)

Marcos Galán, siendo niño, tuvo que emigrar a Uruguay en 1939 acompañanando a su padre, republicano huido de la replesalia franquista junto a su mujer y su otra hija. Allí en Montevideo, Marquitos ha vivido con dificultad toda su infancia, y más adelante, en su juventud y madurez, aprendiendo a ganarse la vida con los más variados oficios, trapacerías y negocios siempre en el borde de la legalidad, hasta convertirse en un adinerado especulador que sueña con volver a España para establecer en Madrid un lujoso cabaret dedicado al tango, su pasión. Eso es lo que consigue realizar Marcos (Sancho Gracia) en unión de sus dos más íntimos amigos de toda la vida, Baresi y Trufa y con la ayuda de su tío Damian (Antonio Ferrandis). Para empezar tiene que enfrentarse a una pseudoempresaria (Fiorella Faltoyano) tan trapacera como él, que intenta timarle, pero que termina sumándose a la realización de ese fastuoso cabaret, que regirán entre ambos y que se convertirá en el más famoso de la ciudad. Ese divertido revoltijo de personajes dará lugar a las más regocijantes aventuras. Rodada en 35 mm, con el formato de 8 capítulos destinados tanto a su proyección en salas cinematográficas como en televisión. Como dato curioso, cuenta con la presentación profesional de Javier Bardem.

Este proyecto nació, en principio, como un largometraje. Mi amigo, el actor Sancho Gracia me había contado su vida: hijo de un exiliado republicano tuvo que emigrar al Uruguay con seis años, junto con su padre, su madre y su hermana. Allí vivió una infancia y adolescencia llena de dificultades económicas con una única obsesión: regresar a España para triunfar donde sus padres habían fracasado. A mí me pareció una historia digna de ser contada y a ello me puse.
Pero Sancho Gracia era un hombre que, aunque sin voluntad de escribir, sí que era un auténtico volcán creativo impulsor de los más variados proyectos audiovisuales; y al poco, me hablaba de otra idea suya: el relato de un uruguayo obsesionado con el tango que, acompañado por sus tres más fieles amigos, se establece en España donde monta un cabaret tanguero con rotundo éxito. Y a mí se me ocurrió mezclar ambos relatos, el de su personal niñez y adolescencia con el cabaret que pone de moda el tango.
Lo que en principio iba a ser un largometraje se alargó a cuatro y tras plantear el proyecto en Televisión Española, terminó diseñado como ocho películas rodadas en 35 mm y formato cine cuyo destino sería tanto la pequeña como la gran pantalla.

El proyecto, que fue escrito por los mejores guionistas del momento (Larreta, Camus, Sinde, Marinero…) necesitó más de un año de rodaje, tanto en España, con unos maravillosos decorados de Gil Parrondo, como en Argentina y Uruguay. Se exhibió en cines y en la televisión y, al parecer, tuvo después una exitosa difusión como videoserie de venta en cadenas comerciales.
Con:
Sancho Gracia
Luis Bradoni
Fiorella Faltoyano
Antonio Ferrándiz
Miguel Rellán
Conchita Montes
Angel de Andrés
Luis Escobar
Carmen de Lirio
Maru Valdivielso
Mario Santana
Y… ¡Ojo! La presentacion de… Javier Bardem.









COMO UN RELÁMPAGO (1996)

Pablo (Eloy Azorín), 17 años, vive acomodadamente en Madrid con su ma-dre (Assumpta Serna), una eficienteabogada matrimonialista, queen su época universitaria, en los años setenta, fue una feminista radical y una com-prometida militante de un partido de extrema izquierda. Su actitud libertaria la llevó a decidir tener sola a su hijo, al que nunca le habló de su progenitor. Sin embargo ahora para Pablo, en el desasosiego y desequilibrio emocional del final de la pubertad, el deseo de saber quién es su padre se ha convertido en una verdadera obsesión. Cree haberlo encontrado en un exitoso abogado antiguo novio de su madre; pero se equivoca como éste no duda en confesarle: su madre le dejó por un tal Rafael, un actor de tercera fila pero militante de extrema izquierda como ella, con el cual tuvo un fugaz romance sentimental. Pablo descubre entre los papeles de su madre la referencia a un Rafael que vive en Canarias, lo que para el chico representa casi el final del mundo. Hacia allí se dirige Pablo, empecinada y valientemente. Y allí se encontrará con un extravagante y simpático personaje, (Santiago Ramos) liante, borracho, trapalón, que tras su aparente despreocupación, arrastra la tristeza ineludible del fracaso. ¿Es posible que ése impresentable sea su padre?

Luego, en 1997, rodé la que siempre he considerado mi película más personal, “Como un relámpago”, que, aunque inspirada en un caso real, cuenta más de mí, creo, que ninguna otra. La búsqueda del padre. Ahí se esconden muchas claves.

Inolvidable esa extravagante pareja, Santiago Ramos (Goya 1998 al mejor actor) y Eloy Azorín, deambulando por las enrevesadas callejuelas de la Isleta grancanaria.
Ganó el “Colón de Oro” a la mejor película en el XXII Festival Iberoamericano de Huelva (la primera vez que lo ganaba una película española) y el de mejor interpretación a Santiago Ramos.
Con:
Santiago Ramos
Assumpta Serna
Eloy Azorín
Chema Muñoz
Héctor Cantolla





FUGITIVAS (2000)

Toni (Laia Marull), nacida en un barrio pobre catalán, y su novio, Juanjo (Jesús Olmedo) se han unido a dos landronzuelos,"Maxi" (Miguel Hermoso Arnao) y "Moco" (Roberto Cairo) para atracar una Administración de Loter-ías. A pesar de los escrúpulos de ella, Juanjo la convence de traicionar a sus colegas y marcharse los dos con el botín del robo. Para ello utilizarán el coche de una hermana de Juanjo, prostituta, que quiere librarse de su hija de 8 años encásquetándosela a su padre, del que solo menciona que es un can-tante famoso que vive en el sur. Y en efecto así lo hacen: tras el atraco, Juanjo y Toni recogen a Bea, la niña, y huyen de sus dos compinches, furiosos por haber sido engañados. Lo que Tony no sospecha es que su novio también la va a traicionar a ella, lleván-dose el dinero y abandonándolas a ella y a la desoladaniña en medio del páramo castellano. A partir de ahí Tony y la niña vivirán una alocada, trepidante y peligrosa huída, tanto para escapar de la ira delferoz Maxi como para tratar de encon-trar al padre de Bea, que resultará ser un alcohólico y destartalado cantaor de flamenco. Aunque, a veces, de entre el horror puede surgir el luminoso amanecer de la amistad.

Había perdido un par de años tratando de encontrar financiación para una interesante pero complicado proyecto, y en ese punto estaba cuando el productor Antonio Pérez me ofreció un bello guión de los argentinos Oscar Plasencia y Raúl Brambilla. Acepté.

La historia contaba la huída por toda la Argentina de un atracador junto con una niña. Oscar y yo trabajamos ese guión para adaptarlo a un trayecto que atravesase Andalucía desde Madrid hasta Cádiz. Y en esa trama, yo introduje un cambio que a la postre resultó fundamental: el atracador pasó a convertirse en atracadora. De ese modo, ahora serían dos fugitivas, una chica y una niña, tan desarraigadas como vulnerables, que culminarían su desesperada huída en las desoladas playas de Tarifa.

Lo que me parece más relevante fue el largo casting que realicé para la protagonista, en el que, después de probar con varias afamadas actrices encontré la revelación de Laia Marull (Premio Goya 2001) Inolvidables Laia, Juan Diego y mi hijo Miguel Hermoso.

Y una curiosidad: yo mismo diseñé el cartel en el que la chica corre junto con la niña; en él, ésta última esgrimía una escopeta recortada (una de las claves de la historia); pero la destribuidora censuró ese cartel exigiendo que se borrase el arma de la mano de la niña.
Con:
Juan Diego
María Galiana
Miguel Hermoso
Jesús Olmedo
Roberto Cairo
Beatriz Coronel
Y la colaboración especial de Santiago Ramos y Antonio Dechent.





LA LUZ PRODIGIOSA (2003)

Agosto de 1936. En las cercanías de Granada, un joven pastor, Joaquín, recoge a un fusilado al que sus verdugos han dado por muerto; el herido, aunque vive, ha quedado reducido a un estado semivegetal. Tras cuidarlo unos días,el pastor lo abandona en la puerta de un asilo. En 1980, el pastor, (Alfredo Landa) que fue reclutado por el ejército fran-quista y ha vivido en el norte durante todos esos años, vuelve a Granada. Por curiosidad indaga sobre aquél fusilado al que un día ayudó; y se entera de que, aunque amnésico, ahora es un anciano mendigo que recorre las calles de la ciudad (Nino Manfredi). Con la ayuda de una simpática vividora (Kiti Manver), Joaquín se obstina en averiguar cual pudiera ser la identidad del antiguo fusilado. Poco a poco, a través de una fascinante investigación, va descubriendo alucinantes detalles que le llevan a vislumbrar que el anciano pudo haber sido una persona muy importante antes de la guerra. Con una estremecedora intervención de Jose Luis Gómez.

Había pasado otros dos años trabajando en otro proyecto personal cuando recibí la propuesta de llevar a la pantalla la novela de Fernando Marías “La luz prodigiosa”. Se trataba de una fábula basada en la posibilidad de que Federico García Lorca hubiera conseguido sobrevivir a aquel inicuo fusilamiento que sufrió el 17 de Agosto de 1936. Lógicamente, yo, como granadino, sentí el inmediato e ineludible compromiso de aportar mi colaboración en una historia que concernía a mi inolvidable paisano.

El planteamiento, Federico vivo y oculto durante cuarenta años en los más recónditos recovecos de Granada, constituía un tremendo desafío que antes de aceptar medité durante un par de semanas; hasta que surgió la idea de orientar aquella historia hacia un enigmático laberinto cuya misteriosa trama hay que desentrañar.
Entonces, me reuní con el autor de la novela para comentarle la versión que yo proponía para su historia; y no sin agradecida sorpresa, me encontré con un Fernando Marías cinéfilo irredento, que me anticipó su firme convicción de que en una película el criterio que debía prevalecer era siempre el del director.
En ese acuerdo trabajamos aquella historia hasta conseguir un film que nunca dejaré de recordar. Entre otras cosas porque me supuso el impagable privilegio de contar con Ennio Morricone para la música (y constato con orgullo que, desde entonces, en todos los conciertos que Morricone plantea en los más selectos auditorios del planeta, casi siempre termina con su versión de la “Nana del caballo” de Lorca.)

Tuve la suerte de contar con todos los actores que yo propuse, entre ellos los maravillosos Alfredo Landa, Nino Manfredi, Kiti Manver y José Luis Gómez, que crea un personaje inolvidable.

Aunque para mí eso siempre es secundario, la película ha cosechado multitud de premios, entre ellos el Gran Premio a la mejor película del Festival de Moscú (De categoría A).





LOLA (PELÍCULA Y MINISERIE) (2007)

Biopic de la famosa cantante española Lola Flores. Siendo muy niña, hija de un pobre tabernero en Jerez, su ciudad natal, se ve seducida por el cante y baile flamenco. Y en él destaca desde los 8 años. A los trece, Manolo Caracol (Jose Luis García Pérez) le da la primera opor-tunidad de actuar en público. Y ya con 19 (Gala Évora) recorre los pueblos del sur actuando en espectáculos itinerantes. Tras esos duros comienzos, se le presenta la oportunidad de ir a Madrid para intervenir en una película. La capital, en los años 50, le parece a Lola deslumbrante; aunque resultará más hostil de lo que esperaba. Para no tener que “alternar” con los clientes, se verá obligada a actuar en los más humildes garitos. Hasta que acepta la protección de un rico anticuario (Carlos Hipólito) que la ayuda a formar su propia compañía. Y en ella formará pareja artística y sentimental con el magnífico pero vehemente Manolo Caracol. Lola triunfa. Las clases populares la adoran. Incluso la clase alta la celebra, quizá como se aplaude a un payaso. Aunque ella, enamoradiza y pasional, sufre, uno tras otro, varios desengaños amorosos que la llevan hasta las lágrimas. Pero Lola es fuerte. Y tiene una obsesión: formar una familia. Con Alfonso Begara, Álvaro Morte, David Arnaiz, Kiti Mánver, Ana Fernández, Manolo Solo, Mercedes Hoyos. Y con la majestuosa coreografía de Cristina Hoyos.

Esta vez fueron tres los años que gasté tratando de poner en marcha un par de proyectos de películas y escribiendo una obra de teatro de la que luego hablaré.

Y en esas estaba cuando Antena 3 y DA Planeta me propusieron llevar a la pantalla la vida de una de nuestras más famosas figuras de la canción española: Lola Flores.

Yo la había conocido relativamente bien; tras haber trabajado con Lola en “Truhanes” rodé con ella un par de campañas publicitarias. A Lola le gustó mi forma de trabajar; tanto que me propuso dirigir un par de proyectos que ella tenía in mente producir y que, finalmente, a mí no me parecieron viables; pero esos afables contactos que ambos mantuvimos me sirvieron para intuir que tras de aquella imagen de fogosidad que ella trasmitía públicamente, se escondía una fragilidad vulnerable que la gente desconocía. De modo que meditando sobre esa faceta suya que corroboraban varias biografías que leí (la mejor, para mí, la de mi paisano y amigo Tico Medina) propuse a los productores filmar solo sus primeros 35 años. Y enfocar su vida hacia las tremendas diferencias sociales que esa mujer tuvo que superar. (Y no sin cierta sorpresa, constato ahora, 2017, que esa circunstancia, las diferencias sociales que inevitable y fatídicamente nos marcan a los seres humanos desde nuestro nacimiento, ha planeado, consciente o insconscientemente, sobre todas las historias que he planteado a lo largo de toda mi trayectoria.)

Los productores aceptaron mi propuesta aunque me pidieron que escribiera los suficiente para producir, junto con el largometraje para la gran pantalla, dos episodios destinados a la pequeña.
Propuse a Antonio Onetti el mismo trato que he mantenido con los guionistas de todas mis películas: no importa el trabajo conjunto que hayamos desarrollado, yo escribo el último guión, aunque asumo que los derechos de autor del mismo vayan al guionista, reservándome yo únicamente los correspondientes al director.

Al final, esta película, indudablemente ideada para el éxito comercial resulta una de mis preferidas.

Con un plantel de maravillosos actores: Gala Évora, José Luis García Pérez, Carlos Hipólito, Ana Fernández, Antonio Morales, David Arnaiz, Alfonso Begara, Kiti Mánver, Mercedes Hoyos, Joaquín Romero, Ramón Villegas, Manolo Solo…
No me puedo quejar.